Bienvenido 2013. Amanecer de Otro Mundo es Posible. Entre tú y yo, y nosotros, y ellos, todos juntos como hermanos podemos construirlo. Soñadores, poetas, alquimistas, alfareros, artesanos, enamorados de la vida, manos a la obra, el nuevo mundo nos espera.
La llegada de un nuevo año es anhelada y recibida con confianza y alegría. Este nuevo año 2013 es esperanzador, después del terrorífico 2012 lleno de sobresaltos, desesperanzas y un final apocalíptico que, quizá para bien, no pasó de ser un colosal embuste como son muchas de las "revelaciones" y "profecías" con que los incautos son sorprendidos por mercachifles.
Clandestino no deja de sentir desconcierto y repudio por tantos desaciertos en el desarrollo de la humanidad.
Causa repulsión el que que algún “civilizado” cavernícola de Occidente, en la blanca Europa, ególatra e imperialista, de manera grotesca y atrevida, hubiese decidido que en la noche del 31 de Diciembre, la preciosa Madre Tierra, Pacha Mama,Gaia,compañera inseparable de su amado Helios, el Sol, la fuente de la vida, se rindiera coqueta a sus pies, lista para comenzar un nuevo ciclo. Con ese insignificante “desarrollo” científico-técnico se dio el primer paso de la nefasta globalización que hoy nos aturde, nos oprime y nos muele las entrañas sin piedad.
Otros pueblos en la América raizal, en el África negra, en el misterioso Lejano O riente, en el paradisíaco Pacífico, con culturas diferentes, en otras dimensiones, otros tiempos y otros paradigmas, tienen -o tuvieron- sus propios calendarios, sus nomenclaturas, sus ritmos, sus valores, sus rituales, sus héroes, sus civilizaciones, sus mundos, sus esplendor, su gloria.
Hasta que sobrevino la debacle. Occidente es la expresión de una civilización adventicia, minoritaria y carente de escrúpulos, que desde hace siglos moviliza toda su agresividad para imponerle al resto del mundo sus caprichos, sus modas, sus ídolos, sus sentimientos, sus creencias, sus ideas y sus supuestos “valores”.
Agresividad que es hoy la esencia del proyecto del capitalismo salvaje que tiene la pulsión de dominar al otro, sumergir lo diferente, invisibilizar los demás sistemas, homogeneizar la otras culturas, aniquilar los conocimientos locales, patentar como propia la biodiversidad natural, y convertir todo en mercado, lucro, plusvalía, rendimientos financieros, riqueza , especulación, poder.
En las postrimerías del Siglo XX se expandieron en un inesperado desenfreno los efectos de ese paradigma de la civilización occidental -blanca, cristiana y capitalista- llamado “Modernidad”: Explotación, Exclusión y Extinción, expansión cuyo ritmo en un paroxismo frenético, es mezquino, intolerable, insostenible, diabólico, despiadado y brutal.
Confluyen en esta modernidad, con toda su crueldad y dramatismo, las grandes falencias del mundo contemporáneo: exclusión de la diversidad étnica y cultural , pobreza, miseria, desempleo, morbilidad, desnutrición, desesperanza, … (injusticias sociales); desarrollismo, consumismo, contaminación, cambio climático, … (injusticias medioambientales); apertura económica, libre mercado, globalización, negocios a diestra y siniestra, mercantilismo extremo, crecimiento exponencial, ventas de activos sociales, elevación de contribuciones fiscales, eliminación de “subsidios”, rebaja de salarios y pensiones, aumento de años de servicios y valores de cotización para salud y pensiones, … (injusticias económicas); vetos en la ONU, bloqueos económicos, piratería y robos industriales, guerras frías, invasiones militares, ataques aéreos, guerras de las “galaxias”, operaciones desierto”, neocolonialismo, … (injusticias políticos militares); imposición de “dogmas neoliberales”, del american way of life: rock, comidas rápidas, ropas de baquero, amor libre, manos libres y pistolas listas, negocios torcidos, drogas, armas, trata de blancas, profecías falsas, oscurantismo, manipulación, etc. (injusticias culturales).
El nuevo siglo XXI, en esta tenebrosa, escandalosa y perversa noche de la globalización neoliberal, comenzó con cruentas devastaciones y guerras, en una impúdica exhibición de todo el desenfreno de los grupos de poder en el nuevo orden mundial: avaricia, ira, gula, codicia, lujuria, hipocresía, …
Clandestino está convencido de que esta inmoralidad no puede seguir. Otro mundo es posible.
Un sueño ha nacido y se hace visible aquí y allá, en toda la faz del Planeta, como expresión de las aspiraciones colectivas por la Vida, la dignidad, el respeto, la equidad, la libertad, la plenitud. Se movilizan los pueblos, protestan, alzan su voz y su puño, claman justicia, y formulan propuestas concretas, desde miles y miles de experiencias cotidianas, que muestran que está ya amaneciendo este Otro Mundo Posible.
Amanece, y se hace camino al andar. Desde enero de 2001 se reúnen los Foros Sociales Mundiales. que convocan y sintetizan este formidable clamor por la Vida.
Clandestino cree que necesitamos volver a soñar, volver compartir, a ser solidarios, sentir ternura y afecto, caminar tomados de la mano; volver a ser compañía amorosa de alguien, a mirar con fruición las distantes estrellas, contemplar con placidez el paisaje en la tarde estival, acariciar el agua fresca y humilde de la fuente sencilla, y recorrer las campiñas en paz, y cantar libres y alegres como lo hacen las aves el boscaje umbrío, y divagar entre frondas como leves mariposas.
Necesitamos volver a ser nosotros mismos, sin tiempo, ni peso, ni lugar; nos urge salir del turbión del universo cartesiano, dejar de ser “yo pienso” - “yo tengo” - “yo domino” - “yo exploto” - “yo someto” - “yo humillo” -, y entrar en el mundo fraterno, amoroso y cálido, de “yo comparto” - “yo participo”, - “yo pertenezco”,- “yo me integro” “yo doy” - “yo recibo” - “yo agradezco” - “soy libre” - “disfruto” - “siento” - amo” - “soy feliz”.
Bienvenido este 2013, milagro de vida, sin prisas, sin violencias, sin egoísmos, y pletórico de abundancia, de dignidad, de respeto, de justicia, de libertad.
Con sentimientos de consideración, cálido abrazo. Clandestino.
pero disponen de arsenales y ejércitos diabólicos,
el terror, el miedo y la violencia son más socorridos
que el respeto, la tolerancia y el diálogo.
Doménico Pepín.
La tragedia de Palestina.
Gaza es el rigor del racismo, la furia de la discriminación, la soberbia del violento (…) Gaza es la indefensa humanidad atropellada por el militarismo con uñas nucleares.
"Me quitan mi agua,
queman mis olivos,
destruyen mi casa,
me quitan mi
empleo,
roban mis tierras,
encarcelan a mi padre,
matan a mi madre,
bombardean mi país,
nos matan de hambre,
nos humillan,
pero yo tengo la
culpa:
Disparo un cohete en respuesta".
Anciano Palestino, luego del ataque Israelí a Gaza.
Noviembre 14 de 2012,
Clandestino es un convencido de que al Pueblo Palestino le asiste el derecho absoluto e irrenunciable a su existencia; el derecho a su libertad física, social y cultural; el derecho a su independencia plena, real y efectiva; el derecho a su soberanía territorial, jurídica y económica; el derecho a su dignidad individual, étnica y nacional; el derecho a su dignidad, a su plenitud y su felicidad
Desde 1948, con la mezquina indiferencia de Occidente, y la torva complicidad de las potencias imperiales, especialmente los Estados Unidos e Inglaterra, el mundo ha sido testigo mudo de uno de los más terribles y brutales genocidios del mundo contemporáneo, en sus propias narices.
En contra de toda legalidad internacional, desconociendo las múltiples resoluciones que han sido aprobadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas, y pisoteando las más elementales normas de respeto a los Derechos Humanos, Israel somete al pueblo palestino a brutales prácticas de dominación y exterminio, prácticas perversas e inaceptables para la dignidad de los seres humanos, la soberanía nacional, y la convivencia pacífica.
Los hermanos del pueblo palestino viven en un estado de ocupación inaceptable: son víctima de un encierro entre muros, ”secuestro” en el derecho penal, “campos de concentración” en la praxis hegemónica de la geopolítica; víctimas de una coerción absoluta de su libertad de movimiento, y de un despojo de los territorios que histórica y legalmente le pertenecen.
Su cultura y su vida cotidiana, son destruidas a diario por las prácticas que lleva a cabo en su contra el despiadado gobierno israelí, prácticas desvergonzadas e inmisericordes ejecutadas con extrema sevicia por los verdugos del ejército israelí, y por los colonos sionistas cuyos asentamientos obligan al desplazamiento forzoso de grandes masas de población palestina raizal, la destrucción de sus cultivos y el impedimento al acceso a las fuentes de agua potable, prácticas que en su conjunto dan como resultado el genocidio del pueblo palestino.
Comparados con estos, resultan insignificantes los motivos por los cuales el gobierno de los Estados Unidos declaró la Guerra al Japón, a Vietnam, a Irak, a Afganistan, a Libia.
Son las mismas prácticas imperiales que en su momento aplicaron los ingleses, los franceses, los holandeses, los alemanes, los belgas, a “sus” posesiones” coloniales en Argelia, Egipto, la India, la Indochina, la Unión Sudafricana, Tanzania, El Congo, y demás territorios ocupados por la blanca, cristiana, capitalista y civilizada Europa, en nombre de la moral, la civilización, la democracia y la libertad.
La misma práctica que antes utilizaron los conquistadores portugueses y españoles para destruir el “nuevo” Mundo en nombre de Dios y del Rey.
Las mismas antiquísimas prácticas de los Romanos, y los griegos para someter el resto del mundo conocido e imponer su imperio y dominación.
Palestina, ha sido a lo largo del siglo XX, y lo que va del XXI víctima de las politicas agresivas del imperiallismo mundial, Primero Inglaterra, después la ONU, es decir, los Estados Unidos, y siempre ahí al lado de, o detrás de, está Israel, el sionismo, es decir, otra vez Inglaterra y los Estados Unidos.
En noviembre de 1917 el gobierno británico aprobó la idea de convertir Palestina en "hogar nacional" de los judíos.
El 29 de noviembre de 1947, la Asamblea General de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) votó a favor de la división del Mandato Británico de Palestina en dos estados, uno judío y otro árabe. El líder judío David Ben Gurión aceptó el denominado Plan de Partición que, seis meses después, permitió el nacimiento de Israel.
Desde 1948, la política del sionismo israelí, con el apoyo de USA, la ONU, el Vaticano y otras potencias occidentales, en especial Inglaterra y Francia, ha consistido en la ocupación del territorio palestino, la construcción de asentamientos judíos, la construcción de muros de exclusión de la población árabe, los bombardeos de supuestas bases terroristas en territorio palestino y el bloqueo económico, comercial y laboral de la población palestina en territorios palestinos invadidos por Israel, congelación de fondos y depósitos bancarios, retención de ingresos laborales , limitación del uso del agua, la electricidad y servicios domiciliarios esenciales, acaparamiento de víveres, o el impedimento de su abastecimiento, el desconocimiento de los derechos de ciudadanía, y la violación de los derechos humanos de los habitantes de origen palestino en Israel, como de los moradores en suelo palestino.
La última agresión israelí a Gaza a partir del 14 de noviembre de 2012, y las nuevas masacres y crímenes de guerra perpetrados por su aviación y artillería en las filas de los civiles palestinos desarmados, incluido el asesinato de muchos niños, mujeres y viejos, así como la desmedida y salvaje destrucción llevada a cabo en tan sólo una semana, tras el ataque realizado por su aviación el día 14 de noviembre en el que fue asesinado el comandante de las milicias de Hamas, Ahmad Al Jabary y su ayudante, la respuesta palestina no se hizo esperar, siendo esta, y por primera vez en la historia de la lucha palestina por la libertad y liberación nacional, una respuesta a medida del monstruo israelí que no
comprende otra cosa que el derramamiento de sangre y la destrucción masiva.
El Estado de Israel, militarmente superior y gozando de impunidad, puede hacer irrelevantes las resoluciones de la ONU, desdeñar el derecho internacional, pero no puede traer la paz a tan sufrido país. Por haber abierto en 1947 la puerta a esa tragedia, la ONU tenía poco que celebrar el oasado 29 de Noviembre 29 noviembre.
Este castigo inclemente comenzó en 1948, se repitió una y otra vez, y no cesa. La vez anterior, tan inmisericorde como ésta, fue en Diciembre de 2008: Operación Plomo Fundido. La más reciente, ahora en noviembre de 2012, la operación Pilar Defensa. ¿Hasta cuando? Es algo que no debe volver a ocurrir, algo que los habitantes del Planeta no debemos permitir.
Hay que detener la guerra de Israel contra Palestina, y la de Occidente contra los países musulmanes. No seamos cómplice por omisión. Protestemos. Alcemos el grito y el puño. Basta ya de tanta opresión.
Israel es una especie voraz de los perros de la guerra, depredadora insaciable, tan salvaje, brutal y despiadada como sus amos y socios, los ingleses, los norteamericanos.
Clandestino admira el heroísmo del pueblo palestino. Indiscutiblemente les asiste el derecho y la razón de ser una nación y una patria libres, independientes y soberanas. No desfallezcan jamás, hermanos palestinos. Les esperan mejores días: los tiempos de la paz, la libertad, la dignidad y la felicidad.
Viva Palestina
Sitio de interés:
Actualidad, Noticias, Historia, Documentos, Vídeos, Caricaturas, etc. Palestina Libre
"El
hombre es una cosa vana, variable y ondeante..."
Miguel de Montaigne.
"… hay días
en que somos tan lúgubres, tan lúgubres,
como en las noches
lúgubres el llanto del pinar. El alma gime entonces bajo el dolor
del mundo, y acaso ni Dios mismo nos puede consolar".
Canción
de la vida profunda.
Porfirio
Barba Jacob.
Cogitavi dies antiquos;
et annos aeternos in mente habui.
Et meditatus sum nocte cum corde meo,
et exercitabar,et scopebam spiritum meum.
¿Numquid in aeternum projuciet deus ;
aut non apponet ut complacitior sit
adhuc ?
(Pensé en los días antiguos,
y tuve
en mi espíritulos años eternos.
De noche medité en
mi corazón:
meejercitaba y purificaba mi espíritu.
¿por ventura desechará Dios para siempre
o no volverá
a ser benévolo ?)
¿por qué, si puede Dios, no satisface
a la hambre
cruel que nos devora ?)
Salmo.
Carvajal.
Hora de Tinieblas.
Rafael Pombo.
I
¡Oh, qué misterio espantoso
Es este de la existencia!
¡Revélame algo, conciencia!
¡Háblame, Dios poderoso!
Hay no sé qué pavoroso
En el ser de nuestro ser.
¿Por qué vine yo a nacer?
¿Quién a padecer me obligue?
¿Quién dió esa ley enemiga
De ser para padecer?
II
Si en la nada estaba yo
¿Por qué salí de la nada
A execrar la hora menguada
En que mi vida empezó?
Y una vez que se cumplió
Ese prodigio funesto,
¿Por qué el mismo que lo ha impuesto
De él no me viene a librar?
¿Y he de tener que cargar
un bien contra el cual protesto?
Clandestino, que no es terrícola, padece de un desencanto de la vida ni el hp. Hace días quería subir este post, pero carecía de fuerzas para hacerlo. Es víctma de esa maligna pendejada que corroe las entrañas con la voracidad de un ave carroñera, mejor aún, con el apetito insaciable de inhumanos explotadores oligarcas.
Sabe bien que no es el único al que le ha ocurrido tamaña desventura, no es el primero, y tampoco será el último: De hecho, parece ser una circunstancia indispensable de la humana condición. Basta con leer el libro de Job, para ver la espantosa agonía que se sufre cuando todo empieza a salir mal, sin saber por qué.
Ya filósofos de la antigua Grecia, que los libros de historia de la filosofía identifican como los “cínicos” habían hecho gala del desprecio de las vanidades terrenales, insuficientes para colmar las ansias del corazón.
Malparidez, depresión, jartera, aburrimiento, desesperanza, angustia, melancolía, saudade, flojera, abandono, vacío, hastío, desmotivación, inconformidad, nihilismo, soledad, vaya uno a saber cuántas cosas todas juntas en ese menjurje que es la güevonada más maluca, más rara, mas hijueputa, que le pueda ocurrir a un terrícola: el sinsentido radical de la existencia: ¿qué hago yo aquí?, ¿de donde vine y para donde voy?, ¿Qué sentido tiene mi vida? ¡Por qué me ocurre esto, aquello, y lo otro, sólo a mí? ¿Para qué quedarme aquí, soportando la aberrante miseria que me tortura como un suplicio de Tántalo?
Ya Albert Camús en El Hombre Rebeldehabía precisado que no hay problema filosófico más relevante que el de dilucidar si la vida merece vivirse. Los que padecen esa catástrofe emocional sin ser filósofos, sencilla y pragmáticamente se descerrajan un tiro en la cabeza o se toman una dosis de veneno para ratas.
Habría que releer de cabo a rabo un poema publicado 1855, conocido con el título de “Hora de Tinieblas”, para tener la expresión más acabada de la angustia existencial, poco tiempo después que un teólogo luterano en Copenhague hubiera publicado su libro “El concepto de la Angustia”(Sören Kierkegaard, 1844), con el que parece anticiparse el movimiento filosófico y cultural del Siglo XX conocido como el existencialismo.
Me importa un soberano c... si este raquítico ensayo puede llegar a considerarse como una Oda a la Malparidez. En contra de escritorsuelos de pacotilla que se dan ínfulas de psicólogos de postín, y que hacen fortunas con melífluas historietas sobre cómo superar la angustia, hay que sentir orgullo de ser un hombre atormentado que defiende el Derecho a la Malparidez, como hermosamente lo expresara el bardo Barba Jacob en su monumental Canción de la Vida Profunda : “Hay días en que somos tan, lóbregos, tan lóbregos...”
De lo que se trata es de enfrentar, y de que modo, esa mierda que es el sistema de la globalización del capitalismo salvaje, que reduce la condición de millones de seres humanos a la más vergonzosa esclavitud, y condena al insignificante planeta de la vida y el amor a una lenta y extremadamente dolorosa extinción con el calentamiento global y otras pestes del desarrollo y el progreso . No hay derecho. Esa es la razón de ese desencanto de la vida que los hombres del común, como ud, como yo, llamamos malparidéz.
No se abolirán las guerras, porque los industriales de la violencia y de las armas no permitirán acabar con tan lucrativo negocio. No se terminará el hambre, la opresión, la injusticia y la impunidad, porque sobre esas bases está levantado el edificio de la civilización occidental, blanca, cristiana y capitalista. Qué horror. Por eso tampoco dejará de agobiarnos esa desazón que los intelectuales bautizaron como angustia existencial.
Domingo
Piedad Bonet
Domingos
de ciudad, rudo bostezo al sol adormecido. La miseria pasea
sus ruidosos colores inventándole un nombre a la mentira. Por
un día el tornero es campeón del mundo en bicicleta, y en
los cinemas bocas que besan copian de otras bocas dulces
sueños baratos repartidos. Domingos de ciudad, burbuja de
agua. Recuerdo de una casa con balcones de un tiempo irrepetible.
Cuchillo de rencor que abre su filo en doloridas calles
bulliciosas. La miseria arrastra sus rodillas quitándole la
costra a los pecados. Mujeres jóvenes de pieles viejas lloran
sus muertos en los cementerios mientras en verdes calles el
hastío se acomoda al calor de las poltronas. Domingos de
ciudad. Domingos de los siglos y los siglos.
Una esperanza
Eduardo
Gómez
Las
gentes pobres cortan el pan con mano gruesa en rebanadas finas
escrupulosamente. En los días de fiesta visitan cementerios
ferias abarrotadas donde no compran nada parques abandonados
o iglesias sombrías. Las gentes pobres deambulan como perros se
ahogan pesadamente en el fondo de los ríos que rugen en los
sótanos de fábricas inmensas y en sus ojos severos hay un fuego
escondido y en sus músculos crece un demonio dormido.
Sueños
Fernando Garavito
Abotonado el ojal de pobre, yo, abotonado. Yo
cobrado por mes o por quincenas, yo sembrado en la esquina,
pagado en un bar de mala muerte, paréntesis, ojo sin
amarillo. Yo, pedazo de piel, hocico de perro, uña sin
asidero, pared de inquilinato. Yo bufón de la reina, yo
caldo de restaurante, sombrero sin amo, espejo sin figura, mueca
oscura.
LA HORA DE TINIEBLAS
Cogitavi dies antiquos ; et annos aeternos in mente habui. Et meditatus sum nocte cum corde meo, et exercitabar, et scopebam spiritum meum. ¿Numquid in aeternum projuciet deus ; aut non apponet ut complacitior sit adhuc ? ( Pensé en los días antiguos, y tuve en mi espíritu los años eternos. De noche medité en mi corazón : me ejercitaba y purificaba mi espíritu. ¿por ventura de- sechará Dios para siempre o no volverá a ser benévolo ?) ¿por qué, si puede Dios, no satisface a la hambre cruel que nos devora ? CARVAJAL - SALMO
I ¡Oh, qué misterio espantoso Es este de la existencia! ¡Revélame algo, conciencia! ¡Háblame, Dios poderoso! Hay no sé qué pavoroso En el ser de nuestro ser. ¿Por qué vine yo a nacer? ¿Quién a padecer me obligue? ¿Quién dió esa ley enemiga De ser para padecer?
II Si en la nada estaba yo ¿Por qué salí de la nada A execrar la hora menguada En que mi vida empezó? Y una vez que se cumplió Ese prodigio funesto, ¿Por qué el mismo que lo ha impuesto De él no me viene a librar? ¿Y he de tener que cargar
un bien contra el cual protesto? III ¡AIma! si vienes del Cielo, Si allá viviste otra vida Si eres imagen cumplida Del Soberano Modelo ¿Cómo has perdido en el suelo La fe de tu original? ¿Cómo en tu lengua inmortal No explicas al hombre rudo Este fatídico nudo, Entre un Dios y un animal? IV O si es que antes no exististe, Y al abrir del mundo al sol Tú, divino girasol Gemela del polvo fuiste, ¿Qué crimen obrar pudiste? ¿De, contra quién, cómo y cuándo, Que estuviese a Dios clamando Que al hondo valle en que estás Surgieses tú, nada más Que para expiarlo llorando? V Pues cuanto ha sido y será De Dios reside en la mente, Tanto infortunio presente ¿No lo completaba ya ? Y ¿Por qué, si en él esta Del bien la fuente suprema, Lanzó esa voz o anatema que hizo súbito existir Un mundo en que oye gemir Y un hombre que de el blasfema ? VI ¿Cómo de un bien infinito Surge un infinito mal, De lo justo lo fatal, De lo sabio lo fortuito ? ¿por qué está de Dios proscrito El que antes no le ofendió, Y por qué se le formó Para enloquecerlo así De un alma que dice sí Y un cuerpo que dice no ? VII ¿Por qué estoy en donde estoy Con esta vida que tengo Sin saber de dónde vengo, sin saber a dónde voy ; Miserable como soy, Perdido en la soledad Con traidora libertad E inteligencia engañosa, Ciego a merced de horrorosa Desatada tempestad ? VIII Hoja arrancada al azar De un libro desconocido Ni fin ni empiezo he traído Ni yo lo sé adivinar; Hoy tal vez me oyen quejar Remolineando al imperio Del viento; en un cementerio Mañana a podrirme iré, Y entonces me llamaré Lo mismo que hoy: ¡un misterio! IX De pronto así cual soñando En alta mar sorda v fuerte Entre la nada y la muerte Me encuentro a oscuras bogando; Sopla el tiempo, y ando, y ando, Ignoro a dónde y por qué, Y si interrogo a la fe Y a la razón pido ayuda, Una voz me dice «duda» Y otra voz me dice «cree» X Con menos alma, quizás Sólo la segunda oyera, O con más alma, pudiera No equivocarme jamás: Entonces creyera más, O al menos, dudara menos; Pero, a malos como a buenos Plugo al Señor conceder Luz bastante para ver Que estamos de sombras llenos. XI La debilidad por guía, La tentación por camino, ¿Es de virtud el destino Que su bondad nos confía? ¿Es fuerza que en lucha impía Nos pruebe el Genio del mal Para ir a un condicional Anhelado Paraíso? ¿Para ser bueno es preciso Poder ser un criminal? XII Mas... ¡soy libre! y ¿para qué? Para enrostrarme a mí mismo EI caer a un hondo abismo Que otro ha cavado a mi pie, Y renegar de la fe, Luz de mi infancia serena, Y fiar a un grano de arena La eternidad de mi ser, Debiendo yo responder De la creación ajena. XIII ¡Somos libres! ¡libertad Que no deja ni el consuelo De enrostrar el mal al Cielo O a nuestra fatalidad! ¡Libres... y la voluntad Es plena para el deber! Libres... y hay luz para ver Lo que es crimen desear, Y alma para delirar, Y corazón para arder! XIV ¡Libres, cuando delincuentes Desde el vientre maternal Ya éramos siervos del mal Y del dolor penitentes; Y con cadenas ardientes Al crimen de otro amarrados Ya estábamos sentenciados A purgarlo aquí por él Y a extender para Luzbel La siembra de los pecados! XV ¡Oh, Adán! ¿cuándo estuve en ti? ¿Quién te dió mi alma y mi pecho? ¿Quién te concedió el derecho De que pecaras por mí? Si en tu falta delinquí Y en tu infición me condeno, ¿por qué un Dios tan justo y bueno No me lavó en la virtud de otro Adán, y la salud No me volvió en cuerpo ajeno? XVI Si en mis carnes heredé La ponzoña de la suya, ¡Que en las carnes arda y fluya! Pero en el alma ¿por qué? Si mi alma su alma no fue, Si es chispa de Dios directa, ¿Cómo de luz tan perfecta Tan imperfecta salió? Si Adán por Dios no pecó ¿Cómo su infección la infecta? XVII ¡Absurdo! ¡no puede ser! Y sin embargo es, y ha sido, Y aquí lo siento, esculpido En el fondo de mi ser, Cual si otro Dios, Lucifer Concurriese audaz con Dios AI soplar dentro de nos El vital celeste lampo Y fuésemos luego el campo Del batallar de los dos. XVIII ¡Esperanza que me engañas, Tentación que me provocas Pasiones que con mil bocas Me desgarráis las entrañas Ciencia que mi vista empañas, Orgullo que atas mi oído. Razón que sólo has servido Para perder la razón. . .! ...¡Ay! Contra tantos ¿qué son Los que de polvo han nacido? XIX Dios que por prueba concitas Enemigos qué vencer Dáme armas, dáme poder Para la lid que suscitas. Pero si el poder me quitas, Libre renuncio a existir, Pues no debo consentir Que me hayas venido a echar Esclavo para lidiar Libre para sucumbir. XX Si dijiste: "A cada cual El bien y el mal le propongo, El escoja y yo dispongo", ¿El hombre ha escogido el mal? Escoge el reo el dogal O unce el libre su cadena? Si su ciencia, mala o buena, Le basta para escoger, ¿El mismo ha venido a hacer La elección que le condena? XXI Si libre siempre ha elegido El hombre flaco y mortal, ¿A elegir siempre su mal Qué negro azar lo ha impelido? Y si, una vez que ha caído Libre alguna vez se vió, ¿Cómo de nuevo tornó De su pérdida al abismo, Enemigo de sí mismo Y del ser que lo creó? XXII Si tu infinita bondad Presidió a cuanto hay creado, ¿Por qué le diste al pecado Sombra de felicidad? ¿Por qué de la adversidad Hiciste hermano al delito? ¡Ah! con verdad está escrito Que cuando tu ángel bajó Sólo un Lot, un justo, halló, En la ciudad del maldito. XXIII Nula es mi sabiduría, Pobre mi benevolencia Pero si la Omnipotencia Un instante fuese mía, ¡No! yo no concebiría Culpas de la criatura! Santa, universal ventura, Fuera un himno sin cesar ¡De incienso para mi altar ! ¡De amor para mi hermosura ! XXIV No así en la obra de aquel Que desóyenos su nombre, Cual si el tormento del hombre No lo atormentara a él; Cual si pudiera cruel Ser también consigo mismo, O suscitar el abismo Do impele a su creación Por dar lugar al perdón Con que adula su egoísmo. XXV ¿Quién te hizo Dios? ¿Por qué, di Cómo, dónde y cuándo vino Privilegio tan leonino A corresponderte a ti? ¿Por qué no me tocó a mí Ese poder de poderes? ¡Ay! siendo lo que tú eres No fuera el mundo cual es, O aplastara con mis pies Tan triste enjambre de seres. XXVI ¡He aquí el mundo que a tu acento Vió la hermosa luz del día! Si fuese mi obra, sería Mi eterno remordimiento: Fue un edén tu pensamiento, Un infierno resultó, Y al hombre que te burló Y audaz tu imagen degrada No lo vuelves a la nada XXVII ¡Qué importa, oh sol, tu esplendor Jugando en mil gayas lumbres Desde las nevadas cumbres Hasta la nítida flor! ¡Que importan, noches de amor Tus cariñosas estrellas. . . ! ¡Ah! tantas cosas tan bellas Que provocando a llorar Parecen hoy extrañar Delicias que vieron ellas! XXVIII Del templo monumental Siguen contando el portento El fúlgido pavimento Y el dombo etéreo, inmortal; Mas donde un velo nupcial Cubrió angélicos sonrojos, Hoy nos ofenden los ojos Ahuyentándonos infectos, Abominables insectos Que procrean entre abrojos. XIX El palacio en que a reinar El Creador nos convida, Se tornó en prisión por vida De aislamiento y de pesar. De su excelso palomar El alma inocente huyó: atraída cuando vió tu hermosura de la pampa, Cayó aquí, como en la trampa Que para el buitre se armó. XXX Lástima, lástima horrenda Ver en tal desarmonía Claro sol y alma sombría El viviente y su vivienda. Sentir la eterna contienda Y el caos siniestro interior, Cuando todo en derredor, Todo, excepto el hombre infando, Va en paz y en orden cantando La gloria de su Hacedor. XXXI ¡Oh angustia! sentir por dentro De este infernal laberinto La espuela cruel de un instinto De algo que busco y no encuentro, Caverna odiosa, y al centro Un ojo para mirarla, Luz que en vez de iluminarla Permite que se entrevean Vampiros mil que aletean Luchando por apagarla. XXXII ¿En dónde estás ¡oh verdad! Oh rabia del alma mía, Concierto de la anarquía, Ley de la contrariedad, Amor del odio, equidad De tantas iniquidades, Beldad de monstruosidades, Tu razón, ¡oh Creador! Para ver crimen y error Sin que al surgir lo anonades? XXXIII ¿En dónde estás ¡oh hermosura! Que de ti no más que el nombre Diste a otro ser como el hombre, De arcilla y de desventura; Esa ingeniosa impostura Que al tacto se disipó y sólo acibar dejó, Y el vivo rastro infelice De otro eslabón que eternice El llanto que le costó? XXXIV Pobre mujer,sea cual sea Tu elevación o tu afrenta, ¡quien habrá que hombre se sienta Y sin caridad te vea! La más feliz se crea Es mártir aún de sus dichas, Y a las demás, entredichas como sombras del festín, No tocó ni el bien ruín De desahogar sus dichas. XXXV Gente... y más gente... y más gente Pasa delante de mí, ¡Oh! qué triste es ver así La humanidad en torrente! ignoro cual es su fuente Y en qué mar se perderá; Mas de cierto juro ya Que en el ser de cada uno El aguijón importuno De la desventura va. XXXVI ¡Dardo que nunca se embota, Elemento creador! Inmenso pan de dolor, Que la humanidad no agota, Gaje fatal con que dota La existencia a cada cual, Genio insaciable del mal, Demonio ¡sombra del hombre! ¡Dí quién eres, dí tu nombre Para maldecirte tal! XXXVII ¿Eres la serpiente horrenda Que en su torva fantasía Vió el escadinavo un día Ciñendo el mundo tremenda? Como con perpetuo delenda Oigo su ronco silbar. Y estrechando sin cesar Sus férreos anillos duros, ¡Hace en sus ejes seguros Gemir el orbe y temblar! XXXVIII ¿No te basta el mundo? ¡Dí! ¿Son pocos tantos millones De infelices corazones Engendrados para ti? Supremo déspota aquí, ¿Pasa de aquí tu poder? Y aún no harto con hacer De la existencia un infierno, ¿Siempre que el hombre sea eterno, Como él. eterno has de ser? XXXIX Un tiempo la idolatría Preces y altares te alzó Y al Dios del bien lo negó Y en ti a Dios reconocía Te palpaba, te tenía, Mal, soberano iracundo Cual si con desdén profundo Dios de su obra avergonzado Hubiera en tu pro abdicado El triste imperio del mundo. XL ¡Ah! ¿qué no tiene el Señor? Nunca agotarán sus manos Sus oceanos de oceanos De felicidad y amor; ¡Venid! dijo el Creador, «Que a mi banquete os convida Mi largueza» Estremecida Natura hirviente fundió, Y el hombre nació... ¡y nació Llorando el don de la vida! XLI Angeles creó para sí, En el cielo y para el cielo, Ellos no bajan al suelo A perder el cielo aquí; No tan dichoso, ¡ay de mí! Ha sido el hombre creado: Nace para ser tentado, Vive en pugna y en error, E hijo de un mismo Señor El no es el predestinado. XLII Entre dolores naciendo, Miseria y dolor mamando Pecado y llanto mirando Sin saber lo que está viendo: En su fuente van vertiendo Desde antes de la razón, La vida la tentación, La tentación el delito Y con éste, Dios lo ha escrito ¡Quizá la condenación! XLIII Fuente que de la montaña Salió ernponzoñada ya, En sus claras linfas va Ponzoña por la campaña; Envenena cuanto baña, Corrómpese ella también, ¿Y quién la depura? ¿quién La vuelve a su manantial? ¿Quién esa fuente del mal Tornará fuente del bien? XLIV Y ¡ah! con balanza traidora Dotóse a la criatura, El mal lo palpa y lo apura, El bien lo sueña. . . o lo llora: Cuando uno es feliz lo ignora, Cuando infeliz, bien lo prueba, Parece que Dios nos lleva Libro de cuentas extraño Dándonos íntegro el daño, Para que el bien se nos deba. XLV El mal es piedra que cae, Niágara que se desprende; El hombre no lo suspende. Su propio ser se lo trae; Parece que nos atrae, Que él es nuestro fin preciso, Y que de haber paraíso Sobre este infierno, hacia él Vamos contra una cruel Ley que condenarnos quiso. XLVI La tempestad nos presenta Sus iris por agasajo, Un rayo de luz los trajo, Otro rayo los ahuyenta; Así en la eterna tormenta De este infeliz corazón, Si luce gaya ilusión En el cielo del destino, A una pulsación nos vino, Y huye en otra pulsación. XLVII Siempre el mal va acompañado De algo indeleble y eterno, Y él tiene mas del infierno Que del cielo al bien se ha dado: El bien como que es prestado; Mas ¡ay! bien propio es el mal. Y aún las veces que el mortal Fantástico lo delira, Tiene su triste mentira Más verdad que el bien real. XLVIII El recuerdo del placer Es el dolor de su ausencia Y nos duele en su presencia , El tenerlo que perder. Un bien que no ha de volver Es un torrnento mayor, Y a fin de que su rigor No diese treguas al pecho, Dios en el recuerdo ha hecho La eternidad del dolor. XLIX Un bien nunca satisface Mientras que el mal es sobrado Y el mal hace desgraciado, Pero un bien feliz no hace; Y tan predispuesto nace El hombre para el pesar, Que imbécil para gozar Y hábil para padecer, Llora su propio placer Cuando no halla qué llorar. L Duda y exasperación Dejan los padecimientos, Y tedio y remordimientos Deja el goce al corazón. Lágrimas a un tiempo son De angustia y risa despojos, Y cuando libres de enojos Más inocentes reímos, Bien nos dice que mentimos El llanto que hay en Los ojos. LI Yo, mísero, ya nací Crisálida de la nada, Y no ha de ser revocada La sentencia que cumplí. Dispones, ¡oh mal! de mí Y a evitarte nada alcanza Armada de ti se avanza La eternidad luego en pos Y hay que dar eterno adiós Al sueño de la esperanza. LII La vida es sueño— ¡Callad, Oh Calderón! estáis loco: Hace veinte años que toco Su abrumante realidad; Yo te palpo ¡Iniquidad! ¡Desgracia! no eres fingida. Que si al placer dí acogida, Un instante aquello fue; Un instante en que olvidé La realidad de la vida. LIII ¿La vida un sueño? ¡Qué sueño Tan raro en su obstinación! ¡Siempre el mismo! ¡Siempre Ixión Volteando en su hórrido leño Siempre en su bárbaro empeño El demonio que llevamos! ¡Ah! con razón despertamos Con lívida faz que aterra, Yertos, mordiendo la tierra Que en frío sudor empapamos. LIV No es un sueño, es un delirio Es pesadilla infernal De un despierto, un criminal Que envejece en el martirio. En vano irónico cirio Nos alumbra la razón: Entrevemos salvación , De dicha y paz hay asomo Mas ¡ah! Los pies son de plomo Y es Tántalo el corazón. LV Duelo y crimen sólo veo, Duelo y crimen sólo aspiro, Al mal un verdugo miro Y al mundo un inmenso reo, Despechado clamoreo Oigo alzarse eternamente, Y con hastío vehemente Pasma la imaginación Que esta sea la creación De un Dios amante y clemente LVI ¿Quién sino el genio del mal Improvocado y sañudo Revestirme el alma pudo De carne flaca y mortal? ¿Quién sino él a este raudal De corrupción me trajera A tornar en monstruo, en fiera, Un ente ávido del bien Digno sólo de un edén Donde feliz ser debiera ? LVII ¿ Por qué, invisible sayón Que llamo y no me respondes, Lanzas el dardo y te escondes A mi desesperación? Estoy a tu discreción, Invulnerable enemigo; Sáciate, apúra el castigo, Triunfa y goza en mi dolor Mientras yo, vil gladiador, Te saludo y te bendigo. LVIII «Ama, cree, sufre y espera», Me dirá, «que aunque te espante La vida, es sólo un instante De probación pasajera» ¡Señor! por corta que fuera Fue sobrada para mí Si el instante que viví Bastó para condenarme, Bastó para exasperarme, ¡Hasta blasfemar de ti! LIX ¡Cómo es posible, Dios mío, Que haya tantos, tantos tristes Cuando tú, oh Señor, existes Con tu inmenso poderío, Y cuando de tu albedrío Solamente a la intención En lluvia de bendición Sonreída a nuestro ruego Volviera la vista al ciego Y al demente la razón! LX Esta abdicación que has hecho De tu excelsa voluntad En mal de la humanidad, Aunque intentada en provecho, He aquí el correntoso estrecho Y el escollo en que caí, Y yo no puedo ¡ay de mí! Juzgar de tu providencia Sino con esta conciencia Con que a juzgarme aprendí. LXI ¡Sabios funestos, callaos! El caos físico ha cesado, Pero el que lo hizo ha dejado Al espíritu en un caos. ¡Pobres hombres! revolcaos Mintiendo felicidad; Yo entre tanta oscuridad Rebelde contra mi suerte, Ansío deberle a la muerte, O la nada o la verdad.
Clandestino, que como buen soñador no hace otra cosa que pensar, pensar y pensar, ha elaborado la siguiente reflexión de auto descubrimiento y sanación.
El viejo alienígena sospecha que, como Perogrullo, cotidianamente pensamos, creemos y afirmamos que el mal es el mal y el bien es el bien.
No obstante, quizá en más de alguna ocasión hayamos experimentado dudas, reticencias y cavilaciones acerca de lo que “nos han enseñado”, y lo que “nos han obligado a creer”, y hemos aceptado porque sí, inconsciente e irracionalmente.
¿Se atrevería Ud. a poner en tela de juicio que el mal es realmente malo? ¿Dejaría Ud. de estar tan seguro que el bien es realmente bueno?
Las atrocidades cometidas en nombre del bien, (léase: Dios, moral, ley, libertad, democracia, paz, etc.), en la lucha contra el mal, (léase: terrorismo, delincuencia, ilegalidad, injusticia, corrupción, impunidad, etc.), a lo largo de la historia, son un síntoma de que algo no funciona correctamente en la sociedad. Esto, que ha ocurrido antes, continúa ocurriendo hoy, en Oriente, y en Occidente, afuera, y aquí dentro, en nuestro país.
¿Quién, o qué, determina qué es el bien, y qué es el mal, en la esfera pública de la personalidad colectiva? ¿La “sociedad”, los grupos económicos, los medios de comunicación, los gobiernos, las iglesias, las aristocracias, las oligarquías, quién? ¿Quién, o qué, determina qué es lo bueno, y qué es lo malo, en la esfera privada de la personalidad individual? ¿La “tradición”, la familia, el colegio, la religión, el dinero, la fama, la vanidad, el conocimiento, quién?
Razonablemente, casi con una certeza indiscutible, podríamos sostener que el mal es el lado oscuro de la personalidad, la sombra, lo torvo, lo mezquino, lo perverso, lo inmoral, lo animalesco, lo demoníaco, lo infernal, lo que a toda costa queremos ocultar de nuestra mente, nuestra vida, nuestra cultura, y nuestra historia.
Por ejemplo:
la violencia con que se agrede y se reprime para acallar y anular a quien disiente.
los atentados, las desapariciones, las torturas, las masacres y toda esa sarta de comportamientos sanguinarios y brutales para eliminar al “enemigo”.
el miedo, el dolor, la desesperanza y la miseria que se esparcen por doquier en la “lucha contra el mal”.
la codicia, la avaricia y la voracidad para robar, despojar, esquilmar y arruinar a los otros bajo el supuesto de la libre empresa, la libertad de comercio, el mercado, el régimen económico, el derecho de propiedad, etc.
la astucia para mentir, embaucar, engañar, tramar, y cubrir con falsos ropajes de legalidad lo que es sucio, torvo y depravado, sin el más mínimo reato de conciencia.
el impudor, el egoísmo, la mezquindad, la intolerancia, la impiedad. y el cinismo para justificar y legitimar las acciones más innobles e inhumanas.
la ferocidad con que se declaran y realizan las guerras -externas e internas- para combatir y eliminar la tiranía e implantar unas “supuestas” libertad, democracia, paz y desarrollo.
la depredación de los bienes de la naturaleza para acumular ilegítimamente riqueza, ganancia y plusvalía.
la destrucción del medio ambiente que a todos pertenece y todos requieren para su supervivencia digna y gratificante.
la indebida utilización de los bienes de la cultura para menospreciar y explotar al otro, el humilde, el rústico, el pobre, el que menos tiene, el que es sencillo.
Necesitamos cambiar nuestra percepción íntima de ese lado lado oscuro que no nos permitimos ver. Requerimos tomar ese lado oscuro, iluminarlo e integrarlo en un proceso de sanación, auto curación, catarsis, ayuda y conversión, más benéfico, placentero, dignificante y realista que pretender suprimir el “mal”, (o lo que nos han hecho creer que es el mal). Cuando menos, sería éticamente menos dañino que perseverar en continuar obrando equivocadamente –haciendo el mal- en nombre del “bien”.
Quizá, de esa manera podríamos conocer un costado de nuestra personalidad desconocido o no explorado, impulsivo e incontrolable, y prevenir que ese lado reprimido explotase en cualquier momento volviendo añicos nuestro corazón, nuestro ser, y poniendo en vilo nuestra propia supervivencia. Ya ha ocurrido antes y nos hemos hecho mucho daño. ¿Cuántas tragedias más deberán producirse para caer en cuenta de nuestro tremendo error?
Necesitamos rectificar. Necesitamos lidiar con ese lado “oscuro” de nuestra personalidad, que no vemos –o no queremos ver- y que resulta morboso y funesto a nuestra autoestima, e integrarlo positivamente en la parte consciente y proactiva de nuestra personalidad; esto es mucho más razonable, benéfico, práctico, útil, placentero y dignificante que desconocerlo, negarlo y ocultarlo.
Somos injustos, miserables e inhumanos, y creamos un ambiente tenso, explosivo, indigno, cuando descargamos la ira reprimida que llevamos dentro en lugares o personas que no merecen esa furia incontrolada y bestial de nuestro yo inferior. Quizá sea una sensibilidad a flor de piel que debemos cultivar para decir la verdad, y para desarrollar sentimientos de humanidad, solidaridad, comprensión, piedad, ternura.
La oscuridad quizá no sea otra cosa que la proyección de nuestro yo inferior, reflejado en lo que supuestamente nos molesta de los demás, y que en realidad es lo que no queremos reconocer en nosotros. La sombra quizá radique en la creencia en “valores” impartidos por la cultura detrás de los cuales se encuentran las máscaras con que se aliena y se reprimir al yo verdadero.
Aceptar e integrar el “demonio” en nuestra vida quizá nos permita convertirnos en verdaderos humanos. Rechazarlo, excluirlo y “satanizarlo” quizá nos haya vuelto seres reprimidos, y nos haya conducido a mentirnos y andar por la vida con el disfraz de “santos” sin saber realmente quiénes somos.
Descubrir que podemos ser “malos” conscientes, tiernos, delicados, sencillos y amorosos no es una locura; es mucho mejor, más honesto y pulcro que andareguear por la vida disfrazados de “buenos” que en realidad son hipócritas, fanáticos, intolerantes, violentos e inhumanos.
Esta nueva percepción podría ayudarnos a transformar la historia dramática que nos ha tocado en suerte sufrir y padecer. Merecemos una segunda oportunidad, más luminosa y feliz.
Seamos realistas: necesitamos cambiar de paradigmas. Para ello es necesario comenzar por quitarnos la venda de los ojos.
"El que no se atreve a ser inteligente se hace político".
Javier Poncela.
"Los científicos se esfuerzan por hacer posible lo imposible.
Los políticos, en cambio, hacen imposible lo posible"
Bertrand Russell.
"El nacionalismo es una enfermedad infantil.
Es el sarampión de la humanidad".
Albert Einstein.
El poder: una parodia de
la democracia, la libertad y la paz.
"La democracia sustituye el nombramiento hecho por una minoría corrupta
por la elección hecha a merced de una mayoría incompetente".
George Bernad Shaw.
"Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas,
de pronto cambiaron todas las preguntas".
Mario Benedetti.
Clandestino, que en ocasiones adopta el aire inquisitivo y fantansioso de los periodistas de CNN, se interroga a sí mismo: ¿Qué es la política?, o mejor, ¿Quiénes son los políticos? ¿Qué es el gobierno? o, ¿Qué hace el gobierno? ¿Quién está detrás del poder? ¡Para qué sirve la guerra? Y miles de otras incógnitas metafísicas insospechables.
México parece ser la más reciente parodia de la realidad del poder, el poder político, y el poder económico que está detrás de él, que no el poder moral que resulta bastante escaso por esos entornos de las chequeras, las cajas fuertes, las cámaras de televisión, los mass media, y las tecnologías de punta de las guerras de las galaxias y otras contiendas menos espectaculares pero más sangrientas.
La concupiscencia del poder, el poder de la fuerza, -fuerza bruta-, la fuerza de las armas, las armas de la guerra, las guerras del horror, la muerte y la miseria. Triste destino de los humanos terrícolas al inicio del Siglo XXI, en los albores de una nueva civilización.
Clandestino no deja de sorprenderse contínuamente. No sólo del espacio exterior proceden seres excepcionales, como el que en el vídeo interroga, desde el anonimato, a un terrícola ingenuo, sino que entre los propios humanos surgen cada cierto tiempo individuos avezados y valientes que no temen tomar el toro por los cuernos para recordarnos que los ciudadanos de un Estado somos parte de la humanidad y no meros accesorios de un régimen, un establecimiento, o un sistema.
Es el caso de ese muchacho inglés de familia humilde que llegó a ser uno de los más grandes comediantes de todos los tiempos. En 1940 Charles Chaplin dirigió y protagonizó su película El Gran Dictador, en la que desafió la brutalidad del establecimiento con una aguda crítica a los sistemas políticos imperantes en ese momento histórico: el nazismo, y el fascismo.
Considerado como uno de los mejores discursos sobre libertad y democracia, el discurso del Gran Dictador con el que termina la película de marras es un mensaje de esperanza en el que se impone la lógica, la razón, la inteligencia por sobre la avaricia, la ignorancia y la codicia. Desafortunadamente aun hoy estas últimas ganan espacio. Falta que nos hace aprender de dignidad, respeto, inclusión, pluralismo y tolerancia.
El hombre contemporáneo vive en una paranoia tal que se prepara para guerras imaginarias con armas de verdad. Se ha olvidado de su condicion de ser mortal y efimero y ha contagiado su manía a las generaciones venideras; ha trastocado el patriotismo en fanatismo, la religion en culto ciego y la moral y la virtud en circunstancias incómodas y superfluas.
“Lo siento. Pero yo no quiero ser emperador. Ese no es mi oficio, sino ayudar a todos si fuera posible. Blancos o negros, judíos o gentiles. Tenemos que ayudarnos los unos a los otros; los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacernos desgraciados. No queremos odiar ni ayudar a nadie. En este mundo hay sitio para todos y la buena tierra es rica y puede alimentar a todos los seres.
El camino de la vida puede ser libre y hermoso, pero lo hemos perdido. La codicia ha envenenado las armas, ha levantado barreras de odio, nos ha empujado hacia las miserias y las matanzas. Hemos progresado muy deprisa, pero nos hemos encarcelado a nosotros mismos. El maquinismo, que crea abundancia, nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos. Nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado, sentimos muy poco.
Más que máquinas necesitamos más humanidad. Más que inteligencia, tener bondad y dulzura. Sin estas cualidades la vida será violenta, se perderá todo. Los aviones y la radio nos hacen sentirnos más cercanos. La verdadera naturaleza de estos inventos exige bondad humana, exige la hermandad universal que nos una a todos nosotros.
Ahora mismo, mi voz llega a millones de seres en todo el mundo, millones de hombres desesperados, mujeres y niños, víctimas de un sistema que hace torturar a los hombres y encarcelar a gentes inocentes. A los que puedan oirme, les digo: no deseperéis. La desdicha que padecemos no es más que la pasajera codicia y la amargura de hombres que temen seguir el camino del progreso humano. El odio pasará y caerán los dictadores, y el poder que se le quitó al pueblo se le reintegrará al pueblo, y, así, mientras el Hombre exista, la libertad no perecerá.
Soldados: No os entreguéis a esos que en realidad os desprecian, os esclavizan, reglamentan vuestras vidas y os dicen qué tenéis que hacer, qué decir y qué sentir. Os barren el cerebro, os ceban, os tratan como a ganado y como carne de cañón. No os entreguéis a estos individuos inhumanos, hombres máquina, con cerebros y corazones de máquina. Vosotros no sois ganado, no sois máquinas, sois Hombres. Lleváis el amor de la Humanidad en vuestros corazones, no el odio. Sólo lo que no aman odian, los que nos aman y los inhumanos.
Soldados: No luchéis por la esclavitud, sino por la libertad. El el capítulo 17 de San Lucas se lee: "El Reino de Dios no está en un hombre, ni en un grupo de hombres, sino en todos los hombres..." Vosotros los hombres tenéis el poder. El poder de crear máquinas, el poder de crear felicidad, el poder de hacer esta vida libre y hermosa y convertirla en una maravilosa aventura.
En nombre de la democracia, utilicemos ese poder actuando todos unidos. Luchemos por un mundo nuevo, digno y noble que garantice a los hombres un trabajo, a la juventud un futuro y a la vejez seguridad.
Bajo la promesa de esas cosas, las fieras subieron al poder. Pero mintieron; nunca han cumplido sus promesas ni nunca las cumplirán. Los dictadores son libres sólo ellos, pero esclavizan al pueblo.
Luchemos ahora para hacer realidad lo prometido. Todos a luchar para liberar al mundo. Para derribar barreras nacionales, para eliminar la ambición, el odio y la intolerancia. Luchemos por el mundo de la razón. Un mundo donde la ciencia, el progreso, nos conduzca a todos a la felicidad.
Soldados. En nombre de la democracia, debemos unirnos todos”.